Leyendo estos días los itinerarios formativos, los artículos, muchos blogs, viendo vídeos, reflexionando sobre mis experiencias de aprendizaje usando blogs, es evidente que los blogs tienen mucho potencial.
Autonomía, adaptabilidad, motivación, destrezas, posibilidades combinatorias, horizontalidad en las relaciones y un largo etcétera de virtudes que, bien explotados, los edublogs pueden aportar al proceso de enseñanza/aprendizaje de lenguas.
Pero me asalta la duda de si en los blogs, y los edublogs, realmente construimos activamente conversaciones y por lo tanto construimos colectivamente conocimiento y aprendizaje. ¿Conversamos en los blogs?
Puede que en ejercicios más o menos dirigidos (como puede ser éste, aunque yo le estoy cogiendo el gustillo e igual cumplo con lo que sugiere Tíscar Lara y continúo durante el resto de mi vida académica, lo que dure) sea así. Pero en el vistazo que he pegado por internet (ahora se puede en minúscula, ¿no?), no he visto mucho intercambio unidireccional, y sí una abundancia de expresión unidireccional. ¿Cuántos blogs hay que son solo una ventana de expresión al mundo de sus autores? (Lo que en sí mismo puede tener mucho valor.)
¿Será porque el concepto de «conversación» es otro que el intercambio intercalado o polifónico que uno se imagina al oír la palabra? Puede que sí. Lo que es evidente es que, tomados como dice Tíscar como un cojunto más amplio, los blogs, y las comunidesde blogs (por ejemplo lo que se atisba en sitios como edublogs.org, ejemplo: http://edublogs.org/blog-directory/directoryforeign/), multiplican los canales y los emisores de conocimiento, reflexión, e intercambio, y eso tiene una repercusión potente y transformadora en el universo de la enseñanza y el aprendizaje.
Quizá no conversemos mucho en los blogs, pero conversamos multidireccionalmente con los blogs.
Regresando a su utilidad más mundana para nosotros, la verdad es que sí que creo que para los tipos de alumnos adecuados, la autonomía y responsabilidad que permiten, el interés que pueden despertar, y las posibilidades articulatorias y constructivas de los blogs los hacen una herrmienta con un tremendo potencial para la enseñanza de lenguas. A ver si en las prácticas este agosto tengo algo de espacio para poder ir jugueteando y aprendiendo con mis alumnos.